Muchas emociones vividas en poco tiempo… Echo la vista atrás. Hace un mes empecé a ver que todo esfuerzo se nota. El día antes alguien me dijo ‘pase lo que pase mañana ya puedes estar contenta porque es increíble lo que te has volcado en ellas’. El momento en que me llevé las manos a la cara y dije que aquello no podía ser. Satisfacción y a la vez un sabor un tanto agridulce. Pero la felicidad pesaba por encima de todo. Ver también un 3 de 3, algo que realmente creía casi imposible. Si, primer asalto superado.
Apenas dos semanas más
tarde llega el segundo asalto, y vino bastante bien acompañado. La ilusión de
cumplir un sueño, de pensar me ha costado años poder estar aquí. De darlo todo,
de disfrutar… realmente y egoístamente creo que me lo merecía. Merecía dejar
atrás muchas cosas y puede que fuese un punto de inflexión. No exactamente de
pasar página, pero de momentos que te marcan posiblemente para siempre. Muchos
sentimientos a su misma vez que explotaron en un momento, lo que pasa cuando
una persona no expresa realmente lo que siente cuando lo siente.
El subidón se podía
rematar aún. Algo que se daba como muy difícil fue posible. Sigo resistiendo,
tantos nervios pasados y tanto sufrimiento por el ‘de esta no paso’ vuelven a
dar sus frutos.
Era feliz, era una
sensación que hacía mucho tiempo que no sentía como tal. Miro atrás, hace un
año quería dejar todo, huir, empezar de cero, olvidar, encontrarme conmigo
misma. Quería volver a ser esa Esther que fui. Una persona que para lanzarse
necesitaba bien poco. Pero aún me quedaba otra prueba más y puedo decir que ha
sido superada con éxito. Ver reflejado el esfuerzo de muchos meses en pista,
ver resultados y que se reconozca tu trabajo. Conceptos para muchos
insignificantes, pero para mí dicen mucho.
En este último mes me he
dado cuenta de todo lo que he estado a punto de perder por miedo y querer
rendirme. No me habría perdonado el haber tomado la decisión equivocada. Me
arriesgué y no ha ido mal. Aún queda mucho camino que recorrer, mucho que
mejorar… Y mucho para crecer como persona. La vida es un aprendizaje continuo,
un camino que hay que seguir y no parar. No se puede mirar atrás, únicamente
para darte impulso y seguir.
Evidentemente sola no he
podido con esto. Hay personas indispensables, con las que he tenido mis más y
mis menos, pero todas ellas me han recalcado lo mucho que puedo llegar a
conseguir solo si creo en mi misma y me han ayudado a no dejarme caer cuando no
tenía fuerzas. No hay palabras para agradecer todo el apoyo que me han
brindado, ni hechos con los que les pueda recompensar.
Creer en mí es una
asignatura pendiente desde hace casi 24 años. ¿Quien dice que algún día no llegaré a
superarla?