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domingo, 2 de diciembre de 2012

I understand the meaning of 'I can't explain this feeling' now, and it feels so unreal

Tenia claro que a la vuelta de London escribiría una entrada, pero es que aunque hace 5 días de todo siguen sin salirme las palabras.

Fue una locura de esas que hacen historia y no me arrepiento para nada. En 48 horas planificamos todo: vuelo, hotel y entradas... la casa por el tejado. Costó un buen rato de sufrimiento y nervios, pero la suerte al final se puso de nuestra parte y cuando ya había pocas esperanzas lo conseguimos. Esperaba el 27 de noviembre con mucha ilusión y nervios, aunque yo personalmente tenía una pequeña espinita clavada: Que vería en concierto antes a Gary Barlow que a Robbie Williams.

Finalmente llegó el día y nos plantamos en la capital británica. Pasamos mucho frio, pero la ilusión por ir a uno de los teatros más importantes a disfrutar de lo que prometía ser un gran concierto no nos la quitaba nadie. Entrar allí y no creerte el sitio en el que estas. No sé el montón de veces que habré visto conciertos o eventos en ese lugar y jamás me habría pasado por la cabeza que estaría allí dentro.

Recuerdo que nada más sonar las primeras notas de Greatest Day se me pusieron los pelos como escarpias. Disfrutaba cada canción como si no hubiese mañana, Gary Barlow lo daba todo con el público. Muy humilde y muy orgulloso de estar allí deleitándonos con su música. Si estaba disfrutando como una niña pequeña al estar en el concierto del líder de mi boyband favorita, hubo un hecho que lo hizo aún más increíble. Gary se dirigió al public para presentar a un invitado especial: 'A young man, one of my best friends, my brother... please welcome to stage... Robbie Williams'. Mi cara en ese instante era un cuadro, no me lo podía creer. Uno de mis grandes ídolos, mi cantante favorito apareció en el escenario. En ese instante no puede aguantar las lágrimas, la emoción de ver después de tantísimos años a uno de mis grandes pilares de la música. Creo que ese instante es difícil de describir con palabras, y más cuando cantaron a dueto una de mis canciones favoritas… Eight Letters.

Eight Letters, Three Words, One Meaning
Eso fue el broche de oro a un viaje corto pero muy intenso. Momentos de esos que siempre estarán en la memoria. Soy una de las 5000 y algo personas que estuvieron en el Albert Hall disfrutando de un concierto en mayúsculas de Sir Gary Barlow, uno de los mejores compositores actuales de la música británica.

La culpable de que haya cumplido otro de mis grandes sueños la tiene una personita. Sus idas de olla siempre son buenísimas, igual que sus presentimientos. Ella me prometió que algún día lo vería en concierto, pero ni una ni otra nos lo imaginábamos tan pronto y menos ese día. Como bien dice: Everything happens for a reason… y en ese momento tuvo más sentido que nunca.

Gracias por todo Laura!

1 comentario:

LaEmperatriz dijo...

Jaja, en mi anterior comentario te dije "espero que ese concierto sea para ver a Robert" y al final mira!! Qué suerte! Tuviste que estar cerca del infarto jeje
Espero que disfrutaras muchísimo. Es un showman. Eso ya no se te borra de la memoria ^^

Un saludo,
~El Club de las Sebaduras~
~El Imperio de las Bellotas~